Ahora ya muchos norteamericanos descansan por la agresiva campania televisiva que los demócratas habian terminado por construir a raiz de la dura lucha por la nominación a la presidencia. Pues las encuestas senialan una leve ventaja del senador Obama y existe preocupación por que los morenos aún siguen guardando silencio precisamente por esta pregunta que le planteara el comediante Jon Stewart, ¿Van a tirar del anzuelo y esclavizará a la raza blanca? Will you pull a bait and switch and enslave the white race?. Siembargo ese precisamente es el sentimiento antiracista que preocupa a los que no son del color de Obama.
La política y los políticos no escatima los medios cuando de mantenerse en el poder se trata. Miren por ejemplo lo que sucede en Ecuador con la tan esperada Asamblea y que ha terminado siendo un pobre remedo del Congreso al que los ecuatorianos ya estan acostumbrados, sucede que ahora aparte de tener el SI y el NO por la aprobación de la nueva constitución, tambien existe otro grupo de rescate, Concertación Nacional!
Asi es la política en el sur pero en el norte no es muy diferente. Recuerdan a Nader, el independiente que ha estado participando en la elecciones últimas para presidente de los EE.UU? Bueno ahora tambien está tercieando y ha escrito un artículo en el cual habla muy fuerte de los mandamás del poder económico muy ligados por supuesto a los del poder político, los apostadores de Wall Street. Usted va a Nueva York y cuando cruza por el muy modesto edificio donde funciona la Bolsa, ni siquiera tiene idea del poder que se encierra ahí dentro.
Los grandes jugadores que se encuentran en Wall Street, están jugando con dinero ajeno, el suyo, el de su pensión, el de sus medios de supervivencia. A medida que Washington DC se ha ido convirtiendo, en territorio ocupado por las corporaciones, los superinversionistas de Wall Street han ido asumien do riesgos cada vez mayores con dinero ajeno. A medida que aumentan los casos de bancarrota de los que ellos son responsables, aumentan también los emolumentos que los directivos se atribuyen.
¿Por qué nunca aprenden, estos superdotados en finanzas? Porque nunca tienen que pagar sus apuestas. A veces tienen que dejar sus puestos –como sucedió con los presidentes-directores generales de Merril Lynch y Citigroup–, pero emeregen del naufragio, cargados con el oro de las compensaciones y las indemnizaciones por despido. Hubo un tiempo en que la supervisión tenía el nombre de regulaciones federales, hoy gracias al internet el gobierno ya no tiene contro,de ello a tal punto que el mismo ex presidente de la Reserva Federal Paul Volker en una conferencia en Nueva York mostraba sus preocupaciones y la necesidad de mas exigencias de supervisión.
Washington por el contrario sigue sin inmutarse y sin implemetar las medidas reguladoras requeridas, ni siquiera en beneficio de los consumidores como sería la regulación del New York Mercantile Exchange (NYMEX), donde una especulación rampante –no la oferta y la demanda– decide cuánto tiene usted que pagar por la gasolina y el combustible de calefacción, si es que el salario le alcanza para pagarlas hoy en día.
Con unos políticos que solo deambulan por el Capitolio, con sus bolsillos llenos de dinero proveniente de Wall Street, ¿no es acaso ya hora de que el pueblo estadounidense despierte cívica y políticamente? Actúe antes de que el sector financiero, utilizando el dinero de todos nosotros, se haga destruya y derrumbe bajo el peso de su propia y desmesurada codicia y su desproporcionada gestión suicida.
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