El nuevo año no es sinónimo de un nuevo Ecuador

Es año nuevo y como siempre nos han acostumbrado a celebrar la gran llegada, el gran cambio, el augurio por cosas mejores, pero esa gran llegada, ese mismo cambio y la misma proporción de esos mismos augurios, es algo que la gente exitosa la ejecuta día a día sino minuto a minuto para no exagerar.

Con la crisis económica en avance y una fecha indeterminada para que conozcamos su desenlace, es difícul pronosticar qué es lo que le espera al gobierno ecuatoriano y a sus conciudadanos. Al inicio de año, mientras los blogueros ecuatorianos aún se deleitan con la tradición de los testamentos por Años Viejos, existen otros, en el mismo medio, que se quejan de las ‘buenas intenciones’ del Presidente Correa.

Con una drástica caída en el precio del barril del petróleo, al gobierno de Alianza Pais no le queda otra alternativa que hacer uso de sus plenos poderes. En éste post, existe una interesante discusión, por ejemplo, sobre el tema petrolero, aunque el post fuese tan solo para hablar del año nuevo y de cómo el actual gobierno “pide que entreguemos nuestros fondos del IESS.” Pues, todos los que hemos aportado ha ese elefante blanco sabemos de las dolencias y acefalía de las que padece.

El problema de las buenas intenciones, no nos afecta directamente, pero afecta a nuestra gente, a nuestra familia y si bien ellos no tuvieron el medio ni las herramientas para expresar sus ideas y mas bien disfrutan escuchando a los Hnos. Benitez y Valencia, como tratando de ignorar sus peripecias; hoy, los jovenes están concientes de lo que acontece en la vida política del Ecuador, tienen la voz y todos los medios para exigir de sus gobernantes una mejor administración de los recursos del Estador. No pueden quedarse alucinados con los mensajes melancólicos y subliminales que la música de antaño inducía entre los pobladores del suelo ecuatoriano.

Que sucederá en Ecuador con la negativa a pagar los intereses de la deuda? Sobrevirá el impacto en la devaluación del valos real de sus bonos? Podrá cumplir el gobierno con el Socialismo del Siglo XXI? Son solo tres de las interrogantes que nos gustaría nos ayuden a responder.