La representante en el octavo distrito de Arizona, Gabrielle Giffords, se debate entre la vida y la muerte luego de que un iracundo decidiera dispararle en la cabeza.
El incidente fue causado, de acuerdo a investigaciones preliminares, por Jared Loughner quien se dice, se apareció por las afueras del supermercado Safeway y usando una Glock Model 19 de 9mm disparó alrededor de uno 20 tiros.
De esa balacera perdieron la vida seis personas, entre ellas el Juez Federal John Roll del U.S. District Court en Arizona, además de un menor de 9 años. Doce personas más resultaron heridas. Quiere decir que cada proyectil hizo su impacto.
La congresista fue objeto de vándalos en su oficina solo unos días y aunque lo de Sara Palin es más retórica que acción, los liberales en este país no han dudado en señalarla con el dedo por el incidente de hoy luego que ella mismo pusiera en la lista a observar, a la congresista Giffords.
Giffords atendía Congress on Your Corner, una forma de entablar conversación frente a frente con sus constituyentes. Pero si Arizona fuera tan insefuro como lo pintan los de derecha, qué político sensato concurriría a un evento público como este.
La congresista en estado crítico es Demócrata pero de los de línea conservadora y su posición, a veces en contra de su propio partido, hasta su apoyo a la SB1070 puede haberle causado muchas enemistades. Pero quienes la conocen dicen es una persona balanceada con la que siempre es un placer conversar.
Las autoridades aún buscan a un segundo implicado pero no se han atrevido a configurar ninguan teoría en torno al incidente. No se la vinculado aún con la política y el Tea Party aunque por los antecedentes, eso es precisamente lo que se sospecha.
Los asesinatos y violencia de este tipo ocurrieron el década del 60. Y es una muy mala señal para la supervivencia de los norteamericanos. Se quiere sembrar el terror y con la vida de otros conseguir funestos intereses? No lo sabemos.
Pero cualesquiera sean las elucubraciones, hoy ha sido un día triste para la sociedad norteamericana. La persona que intentó quitarle la vida a Giffords, no estaba loco, ella es una política educada y con muy alta sensibilidad que lo que hace es enfrentar los problemas reales de su distrito en Arizona.
Alguien así, no merece morir en ejercicio de su servicio público.
Growing Your Small Business 