A fines de Julio comentaba sobre el hecho que para muchas personas la vida no resulta tan sencilla y una de nuestras amigas nos contaba en comentarios que en países como Canadá, la actividad descrita en ese post era considerada como una forma de esclavitud.
Rosa Montero, una columnista de El Telegrafo ratifica cómo el negocio en torno al término y al concepto sexo, vende. Ella se queja de por qué el cine en latinoamérica no progresa pero cuando un cortometraje como Sexo en New York, aparece todo el mundo quien quiere dejar el sillón sobre el que ve TV y se marcha a mirar la película.
Todos censuramos las actividades de la trabajadoras sexuales pero no nos preocupamos de los consumidores. Después de todo sino hubiera demanda, tampoco existiese oferta. Por qué a los que hacen millones de dólares con películas como la mencionada o incluso en trata de blancas, la sociedad no los censura y más bien los premia auspiciando esa actividad al hacer uso de esos servicios; pero a esa pobre trabajadora se le tacha de todo?
Traduje un artículo que aún no está en Global Voices sobre cómo los chinos ven el problema, la Prostitución, Realidad, Hipocresía y Vidas Humanas. Hay un excerpt que nos llamó la atención y que puede ser el caso para muchas vidas que buscan sobrevivir en un mundo globalizado de pobreza y corrupción:
Mi nombre es Lulu, cumplo 20 este año, decir que tengo una profesión, yo realmente no tiengo una profesión oficial, soy parte del gran ejército de desempleados, no tengo trabajo, sin embargo hay algo que puedo hacer, todos los días voy a los clubes nocturnos, casas de baño, casas huéspedes para celebridades de clase alta y ese tipo de lugares. Una vez que usted escucha, ya sabe lo que quiero decir, este tipo de profesión es realmente vergonzosa, ser una **, en Hong Kong es ser una “pollita”, aquí lo llamamos mi “hermana menor”.
No me quejo de mis padres, esta es mi elección.
Soy muy bonita, tal vez como una estrella de cine o modelo, pero cuando camino por la calle, todos los hombres no puede dejar de mirarme. Si me ves tal vez podrías enamorarse de mí, pero no te casaras conmigo, porque yo no tengo trabajo y mi familia no tiene buenos medios, mi mamá está enferma y mi padre no tiene trabajo, él depende de un trabajo a tiempo parcial para sostener a la familia. Aún así, estoy muy agradecida de mis padres porque me dieron una cara bonita y un cuerpo muy bonito. Si yo fuese fea estaría aterrada de pensar que nunca sería capaz de comer. En serio, no es para nada la culpa a mis padres, es mi elección.
El penúltimo año me gradué de la secundaria, estudié con mis compañeros y tomé el examen para la universidad y lo pasé, a pesar de que fui a una escuela normal de segunda clase, pero después de todo, seguía teniendo una base sólida. Pero cuando vi la carta de aceptación me quedé inmóvil. Los precios de entrada añadido a otros cánones eran más de 10.000, ni así vendiese los huesos polvorientos de mi mamá y los de papá todavía no tendría lo suficiente. Realmente lloré, tomé secretamente la notificación de admisión y la rompí, le dije a mamá y papá no pasé, hasta le pedí a papá si podía ayudarme a conseguir trabajo. Él dijo: “Estoy despedido, ¿cómo te puedo ayudar a conseguir trabajo?”. Así que busqué mi propia manera de conseguir trabajo.