Es conmovedor ver como el poder político y los intereses económicos priman sobre los intereses sociales y de masa. Declarar terminada una guerra que recién empezaba y ahora venirle a pedir a la comunidad norteamericana que tengan paciencia con la guerra en Irak, raya con la irresponsabilidad moral. Es muy fácil seguir la guerra por televisión y esperar como fuente de avances y éxitos, un reporte militar verbal o escrito. Es diferente escuchar en las noticias, cuando las cubren, cómo cada día soldados bien entrenados y mal entrenados, mueren heróicamente por una guerra que ni ellos mismos la entienden. Pero si tienes un familiar o amigo cercano en la guerra, a quien le prometieron una carrera profesional en el College y ahora tiene que soportar el calor infernal de verano y las huracanadas de arena de Baghdad, eso es otra historia; mas aún si uno de esos soldados son parte de tu familia.
O si no que le pregunten a John Crawford,ex-miembro de la Guardia Nacional en la 101st Airbone Division, quien en su libro describe los momentos mas impresionantes durante su estadía en Irak y de cómo mientras unos viven la guerra con pluma en mano para redactar sus informes, otros lo hacen con una M-240 y con chalecos protectores de la era de la guerra en Vietnam. Deberías leer su propio reporte.
Pato Castro tiene su propia versión, aquella que nos creamos los que vivimos en tierra norteamericana pero que pertenecemos a una tierra diferente como la chilena o ecuatoriana. No somos americanos o para ser preciso, norteamericanos, pero gente como nosotros ha debido enviar sus hijos a la guerra, gente inmigrante es gran cantidad quien aún está en tierra de Husseim. Bienaventurados aquellos que gozan del poder! Desgraciados aquellos que solo pueden responder: Roger Sar’nt.
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