Los EE.UU. es la potencia más poderosa del mundo desde el punto de vista militar y económico. El dólar a pesar de la crisis económica sigue siendo la moneada de la economía global. Al 2011 la deuda nacional de los Americanos o norteamericanos más propiamente dicho, ascendía a los 10 trillones pero el interés por esa deuda fue apenas 200 billones anuales, lo cual a su vez solo representa el 10 por ciento de lo que el gobierno cobra por impuestos durante un año.
Cómo es posible que el país más poderoso del mundo tenga tan alta deuda y hasta un déficit presupuestario?
Algo que hay que entender es que cada vez que los políticos reducen los impuestos, eso se traduce en incremento de deuda externa. El déficit en el presupuesto nacional para el 2012 y en que estuvieron enfrascados Demócratas y Republicanos, fue de mas de un trillón (1,3 = diferencia entre los 3,5 trillones de gasto y los 2,2 obtenidos por ganancias). Por lo cual es muy importante controlar el gasto público. El debate se centra en si vale la pena incrementar el gasto federal en rubros que son beneficiosos para el pueblo como el Seguro Social, Medicare, y Medicaid.
Uno de los problemas es que los norteamericanos desconocen cómo gasta el gobierno el dinero del presupuesto. Muchos dicen no recibir nada de ayudas cuando reciben servicios de Medicare y cobran su cheque en el Seguro Social, por ejemplo. No conocen que el 20 por ciento del gasto federal va al Seguro Social y el 13 al Medicare.
Cada vez que un país tiene un déficit debe pedir dinero, en el caso de los EE. UU vendiendo bonos federales. Esa deuda se sigue acumulando a la deuda nacional. Aunque los déficit son fluctuantes debido a la características de la economía, también es cierto que mientras mayor es la deuda mayores son los intereses a pagar. Pero es la economía la que genera los recursos para pagar dicha deuda, así que lo que realmente cuenta es esa deuda en proporción a la economía más comúnmente conocido como Producto Interno Bruto (PIB). O el valor de todos los productos y servicios producidos por un país en un determinado año.
Para el 2010 los EE. UU. tenía una deuda nacional de 9 trillones (unos 29 mil dólares por persona, lo cual equivale al 62 por ciento de su PIB). Por ello los norteamericanos están de acuerdo que se debe reducir el gasto particularmente en programas que no son necesarios e indispensables. No debe tocarse el Seguro y el Medicare pero sí puede reducirse el de la ayuda internacional que aunque muchos creen que es mayor, esta es de apenas el 1 por ciento del presupuesto nacional.
Tipos de gasto
Existe un gasto que se llama primario y que para el caso representan los 3,3 trillones de los que hablábamos arriba. Pero este gasto se clasifica en gasto obligado y gasto a discreción. El gasto discrecional es aquel que depende de la aprobación del Congreso norteamericano cada año fiscal. Estos gastos incluyen los que se realizan en defensa, cuidado de salud de los veteranos, educación y vivienda. El obligado como su nombre lo indica, no requiere de la aprobación del Congreso. Generalmente el gasto obligado va a programas como el Seguro Social, Medicare, Medicaid y estampas de comida.
Es el gasto obligado el que domina el presupuesto federal. En el 2010 fue de 1.9 trillones o el equivalente al 59 por ciento del gasto primario, distribuido así: Seguro Social ($701 billones), Medicare (446 billones) y Medicaid (273 billones). A partir de 1962 el gasto obligado subió de un 28 por ciento al 59 por ciento en el 2010 y se espera que para el 2021, y siendo muy conservadores ese porcentaje sea más de las dos terceras partes de este mismo gasto.
Existe un dato importante a considerarse. Los impuestos sobre el salario destinados al Seguro Social tienen un tope que es de $106,800, al 2011. Es decir que todos aquellos que ganen más de eso anualmente (es decir los ricos de este país) ya no pagan impuestos. El impuesto al Medicare en cambio no tienen limites y se cobra sobre todo el valor del salario.
Todo esto significa que los impuestos de nómina son regresivos: la clase pobre y de clase media pagan un porcentaje mayor que los ricos. Por ejemplo, si alguien hace 50 mil al año llega a pagar un 15,3 de su salario o sea $7,650. Pero alguien que haga 200 mil solo paga $19,043 en impuestos de nómina debido al límite de pago que tabulado representa solo un 9,5 por ciento de sus ingresos. Son los pobres y la clase media los que pagan el servicio de retiro y medicare de algunos poderosos en este país, que sí lo cobran. Sin embargo de todo de acuerdo al Tax Policy Center, el sistema de cobro de impuesto en su conjunto permanece ligeramente progresivo de acuerdo con esta tabla.
El déficit debe ser entendido como la deficiencia que tiene el estado para suplir sus gastos. Los ingresos para el país entonces provienen de los impuestos individuales, las contribuciones al Seguro Social, los impuestos de las corporaciones y otros impuestos como los de los cigarrillos, alcohol, gasolina, aduanas, y los provenientes de los estados adherentes. Las corporaciones entonces se preocupan más por reducir sus impuestos que según ellos, están en el segundo lugar de los más altos entre los países desarrollados. Por cada dolar invertido las corporaciones pagan 35 centavos. Y eso cuando no se la exime de pagarlos debido a acuerdos fiscales y políticos. O pagan realmente poco.
Lo que debemos entender y que los políticos no lo dicen claramente, es que una reducción de impuestos significa menos ingresos para el estado y por consiguiente más déficit conjuntamente con un incremento de la deuda externa. Mientras los millonarios se le pone un limite para el pago de sus ingresos, son ellos mismos los que ven sus impuestos reducidos no como individuos sino como empresas y corporaciones. De esa manera asaltan los fondos con lo que operan servicios sociales como el Seguro Social y Medicare. En 1983 el 10 por ciento de ingresos por concepto de salario (aquel que sobrepasaba el límite taxable) no estuvieron sujetos a impuestos. En el 2010 fue del 16 por ciento.
La salud a expensas de las decisiones políticas en Washington
Ya en el 2010 el Seguro Social no tuvo dinero para pagar los beneficios de sus participantes. Y con una población que envejece (la esperanza de vida de un norteamericano creció de 75, 3 en el 90 a 77, 9 en el 2007) eso se complica. La ausencia de dinero para suplir los beneficios del Seguro Social significa que la relación retirados/trabajadores sigue bajando y la esperanza de vida crece. Mientras esto tiene menos efecto sobre el presupuesto es el Medicare el que ofrece un crecimiento desmedido, mayor a la inflación y a la economía misma del país. Esto a pesar de que los EE.UU paga el doble por persona en cuidados de salud que los países industrializados pero los resultados son mediocres para llamarlos de la mejor manera.
El balancear los presupuestos venideros parece no ser de interés cuanto recortar el gasto público. Pero se pretenden detener el gasto recortando el gobierno administrativo que no es muy extenso y bajando taxes. Si se suspenden los beneficios de esos recortes aplicados en el 2001-2003 durante el gobierno de Bush la economía tiene esperanzas de balancearse, sino este país seguirá en una espiral de desfinanciamiento que para el 2035 sobrepasaría el 100 por ciento. Es esto lo que debemos tener claro ahora que se vienen las nuevas elecciones presidenciales en los EE.UU., independientemente de si Obama o Romney gana las elecciones.
Nota del editor: Los datos pueden ser contrastados con la investigación realizada por Simon Johnson y James Kwak, aparecidos en el libro: White House Burning. The founding fathers, our national debt and why it matters to you.
Foto de Mladen Antonov.
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