
Es la costumbnre que uno no se queda en el lugar donde vive para celebrar una ocasión familiar o cívica, y ese es el caso nuestro. Ayer decidimos viajar a Kearny, New Jersey para alejarnos un poco de lo típico en los cielos del Río Hudson, New York. Así que armados con nuestro estómago y esas ansias de ver a la familia montamos al carro y hacia allá fuimos.
Pues, las fiestas del 1O de agosto ecuatorianas no se comparan con las del 4 de Julio en los EE.UU. Las dos son de independencia pero aquí se siente más festivo y es una buena oportunidad para degustar los más delicados hornados y afinar la nariz para percibir el olor a pólvora de los tantos juegos de luces que se derrochan. Afortunamente, muchos condados aún pudieron costearse ese derroche porque si fuera Michigan, Florida, California, Illinois y Arizona ahí los condados, varios de ellos, debieros suspender esas camaretas por la situación económica que viven esos estados.
Ya habíamos preparado, participado, cómo no? y hasta comido el famoso BBQ , una cerveza que va y otra que viene, comentando el estado de cada uno de los familiares, que ésto que lo otro. Hasta que llegó las nueve de la noche y el festejo empezó en las colinas del Parque sobre la Passaic y la Bergen Ave.
Desafortunamente, mientras todo eso acontecía, los propietarios de la casa y sus descuidados visitantes olvidaron de un miembro más de la familia: Bombon! Este perrito negro, un miniature doberman pinscher y que ven en la parte superior, es el regocijo de la familia en Kearny. Desafortunamente el perrito estaba asustado por estruendos provenientes de los juegos de luces muy cercanos a la casa y en un decuido, salió despavorido de casa, sin rumbo conocido.
Tan pronto como pudimos todos nos comisionamos para empezar con su búsqueda y con el problema de la cantidad de gente transitando en ese momento y el cierre de calles, debimos hacernos espacio para tratar de encontarlo. Se dió parte a la policía y hasta la media noche lo buscamos incesantemente. Hasta este momento no tenemos noticias de Bombón y el niño menor de la familia está devastado tanto como sus padres y demás familiares.

Por lo demás, nos reunimos con amigos macareños y con una linda persona del Callao, Perú. Nos reímos, recordamos, escuchamos esas historias propias de grupos de amigos y al no tener resultados positivos de la búsqueda de Bombón, hicimos viaje de regreso. Y así concluyó nuestro Holiday, con una mezlca de pesar y alegría!