El siguiente es un artículo que pudimos guardarlo en Delicious pero decidimos compartirlo en su integridad por la importancia que revierte y porque quizá es una de las razones por las cuales el proyecto de las nuevas torres sigue enpantanado. El camino a Armagedón es una traducción del artículo en inglés escrito por Paul Craig Roberts.
El Washington Times es un periódico que ve con favor las guerras de agresión Bush/Cheney/Obama/neoconservadores en el Oriente Medio y está a favor de hacer que los terroristas paguen por el 9/11. Por lo tanto, me sorprende saber que el 24 de febrero la historia más popular en el Web site del periódico en los últimos tres días era el reporte “Inside the Beltway“, [por Jennifer Harper, del 22 de febrero de 2010] sobre las 31 ruedas de prensa en ciudades de los E.E.U.U. y en el extranjero llevados a cabo el 19 de febrero pasado por los Arquitectos e Ingenieros por la verdad del 9/11, una organización de profesionales que ahora tiene 1.000 miembros.
Me sorprendió aún más que el reporte trató seriamente las ruedas de prensa.

¿Cómo tres rascacielos del World Trade Center (WTC) se desintegraron repentinamente en un polvo fino? ¿Cómo masivas columnas de acero en tres rascacielos se disolvieron repentinamente como resultado de incendios efímeros, aislados, y de baja temperatura? “Mil arquitectos e Ingenieros quieren saber, y están invitando al Congreso a ordenar una nueva investigación sobre la destrucción de las torres gemelas y del Edificio 7”, reporta el Washington Times.
El periódico reporta que los arquitectos e ingenieros han concluido que la Federal Emergency Management Agency y el National Institute of Standards and Technology (NIST) proveyeron “escasas, contradictorias y fraudulentos relatos sobre las circunstancias de la “destrucción” de las torres y “están pidiendo una investigación de los funcionarios del NIST por un jurado federal”.
El periódico reporta que Richard Gage, el portavoz para los arquitectos e ingenieros, dijo: “Los oficiales del gobierno deben ser notificados que la ‘Negligencia de reportar un crimen o traición’, Código 18 (Sección 2382) de la Ley Penal de los EE.UU., es una seria ofensa federal, la cual requiere que aquellos que tengan pruebas de la traición deben actuar. Las implicaciones son enormes y pueden tener un impacto profundo en el próximo juicio de Khalid Sheik Mohammed”.
Ahora hay una organización, Bomberos por la verdad del 9/11. En la principal rueda de prensa que tuvo lugar en San Francisco, Erik Lawyer, el jefe de esa organización, anunció que los bomberos ‘apoyan a los arquitectos e ingenieros’ en las demandas. Él también reportó que nunca se hizo una investigación forense de los incendios que, se alega, destruyeron los tres edificios y que esta falla constituye un crimen.
Tampoco se siguieron los procedimientos obligatorios, y en lugar de ser preservado e investigado, la escena del crimen fue destruida. Él también reportó que hay más de un centenar de testigos de primera mano que oyeron y experimentaron explosiones, y que hay evidencias de las explosiones en audio y vídeo.
También en la rueda de prensa, el físico Steven Jones presentó las pruebas de nano-termite en el residuo de los edificios de WTC, encontrados por un panel internacional de científicos liderados por el nano-químico Profesor Niels Harritde, de la Universidad de Copenhague. La nano-termite es explosivo/pirotécnico de alta tecnología capaz de derretir instantáneamente las vigas de acero.
Pruebas a la vista
Antes de que gritemos “esto es una teoría de conspiración”, debemos ser conscientes de que los arquitectos, los ingenieros, los bomberos, y los científicos no ofrecen ninguna teoría. Proporcionan las pruebas que desafían la teoría oficial. Estas pruebas no van a desaparecer.
Sí expresar dudas o reservaciones acerca la historia oficial en el Reporte de la Comisión del 9/11, hace a una persona un chiflado de la teoría de conspiración, entonces tendríamos que incluir a los copresidentes de la Comisión y al asesor legal de la Comisión del 9/11, todos los cuales han escrito libros en los cuales indican claramente que los oficiales del gobierno les mintieron cuando llevaron a cabo su investigación, o, más bien, cuando presidieron la investigación conducida por el director ejecutivo Philip Zelikow, miembro del comité consultivo del equipo de transición del presidente George W. Bush y de la Junta de Consejeros de Inteligencia Extranjera y un co-autor con la Secretario de Estado de Bush Condi “Hongo Atómico” Rice.
Siempre habrá norteamericanos que creerán lo que dice el gobierno sin importar cuantas veces sepan que el gobierno les ha mentido. A pesar de las costosas guerras que amenazan el Seguro Social y al Medicare, guerras basadas en armas de destrucción masiva iraquíes inexistentes, las inexistentes conexiones de Saddam Hussein con al-Qaida, la inexistente participación afgana en los ataques del 9/11, y las inexistentes armas nucleares iraníes que están siendo híper anunciadas como la razón para la próxima guerra de agresión norteamericana en el Oriente Medio, más de la mitad de la población de los EE.UU. todavía cree en la historia fantástica que el gobierno ha contado acerca del 9/11, una conspiración musulmana que se burló de todo el mundo occidental.
Por otra parte, a estos norteamericanos no les importa cuántas veces el gobierno ha cambiado su historia. Por ejemplo, los norteamericanos primero oyeron hablar de Osama bin Laden porque el régimen de Bush le achacó a él los ataques del 9/11. A través de los años, video tras vídeo al crédulo público norteamericano se le engulló con las declaraciones de Bin Laden. Los expertos calificaron los vídeos como falsificaciones, pero los norteamericanos siguen siendo los mismos crédulos. Entonces, repentinamente, el año pasado emergió una nueva “mente diabólica” del 9/11 para tomar el lugar de Bin Laden, el prisionero Khalid Sheik Mohammed, sometido a la tortura del “waterboarded” 183 veces hasta que él confesara que fue “la mente diabólica” del ataque del 9/11.
Como en la Inquisición
Las confesiones en la Edad Media eran extraídas por la tortura y constituían evidencias, pero la auto-incriminación ha sido un no-no dentro el sistema legal de los EE.UU. desde nuestra fundación. Pero con el régimen de Bush y los jueces federales republicanos, de quienes nos aseguraron que defenderían la constitución de los EE.UU., la auto-incriminación de Sheik Mohammed es hoy la única evidencia que tiene el gobierno de los EE.UU. de que terroristas musulmanes llevaron a cabo el 9/11. [Sobre este tópico en particular, el argumento de la auto-incriminación es magistralmente expuesto en la película Goya’s Ghosts, con Javier Bardem y Natalie Portman, dirigida por Milos Forman. Nota del Editor.]
Si una persona considera las hazañas atribuidas a Khalid Sheik Mohammed, estas son simplemente increíbles. Si fuera cierto, el Sheik Mohammed es una mente brillante, un súper héroe más capaz que V en la película de fantasía, “V for Vendetta”. Sheik Mohammed se burló de las 16 agencias de inteligencia de los EE.UU. así como de todos sus aliados o marionetas de los EE.UU., incluyendo al Mossad de Israel. No hay servicio de inteligencia en la tierra o todas combinadas que puedan equipararse a Sheik Mohammed.
Sheik Mohammed, en la historia oficial, se burló del Consejo de Seguridad Nacional de los EE.UU., de Dick Cheney, del Pentágono, del Departamento de Estado, de NORAD, de la Fuerza Aérea de los E.E.U.U., y de los controladores aéreos.
Él causó que la seguridad aeroportuaria fallara cuatro veces en una mañana. Él causó que las defensas aéreas con lo último de la tecnología del Pentágono fallaran, permitiendo que un avión de pasajeros secuestrado, el cual estuvo fuera de su curso toda la mañana –mientras que la Fuerza Aérea de los EE.UU., por primera vez en historia, era incapaz de lanzar aviones interceptores–, se estrellara contra el Pentágono.
Y Sheik Mohammed pudo realizar estas hazañas con pilotos incompetentes. Claro está, según la historia oficial.
Sheik Mohammed, incluso como un detenido torturado, ha logrado evitar que el FBI haya dado a conocer los muchos vídeos confiscados que mostrarían, según la historia oficial, que un avión de pasajeros secuestrado se estrelló contra el Pentágono.
¿Cuan ingenuo tiene que ser Usted para creer que un ser humano, o para decirlo mejor un personaje de la fantasía de Hollywood, sea capaz de tener este poder?
Si Sheik Mohammed tiene estas capacidades sobrehumanas, ¿cómo hicieron los incompetentes norteamericanos para capturarlo? Este individuo es un “tonto útil” torturado para que confesara con el fin de mantener a los cándidos norteamericanos creyendo en la teoría de la conspiración del gobierno.
Los “enemigos” internos
Lo que está ocurriendo aquí es que el gobierno de los EE.UU. quiere poner fin al misterio del 9/11. El gobierno debe poner en un juicio y condenar a un culpable, de modo de que pueda cerrar el caso antes de que estalle. Cualquier persona torturada 183 veces confesaría cualquier cosa.
El gobierno de los EE.UU. ha respondido a las pruebas que se están exponiendo en contra de su teoría de la conspiración del 9/11, redefiniendo la guerra antiterrorista desde los enemigos externos a los internos. La Secretaria de Seguridad Nacional Janet Napolitano dijo el 21 de febrero que los extremistas americanos son ahora una preocupación tan grande como los terroristas internacionales. Los extremistas, por supuesto, son la gente que interfiere con la agenda del gobierno, tales como los 1.000 Arquitectos e Ingenieros por la Verdad del 9/11. El grupo era de 100, ahora es 1.000. ¿Qué pasaría si se convierten en 10.000?
Cass Sunstein, funcionario del régimen de Obama, tiene una solución para los escépticos del 9/11: Infíltrenlos y provóquenlos en sus declaraciones y acciones que se pueden utilizar para desacreditarlos o para arrestarlos. Pero libérense de ellos a cualquier costo.
¿Por qué emplear tales medidas extremas contra estos alegados excéntricos si ellos solamente están proveyendo entretenimiento y risas? ¿El gobierno está preocupado de que ellos puedan tener algo?
En lugar de eso, ¿por qué el gobierno de los EE.UU. simplemente confronta las pruebas que son presentadas y las responde?
Si los arquitectos, los ingenieros, los bomberos, y los científicos son unos meros excéntricos, sería un asunto fácil admitir sus pruebas y refutarlas. ¿Por qué es necesario infiltrarlos con agentes policiales y colocarles trampas?
Muchos americanos contestarían que “su” gobierno nunca, ni siquiera en sueños, mataría a norteamericanos secuestrando aviones de pasajeros y destruyendo edificios para llevar a cabo una agenda del gobierno. Pero el 3 de febrero, el Director de la Inteligencia Nacional Dennis Blair dijo a la Comisión de Inteligencia de la Casa de Representantes que el gobierno de los EE.UU. puede asesinar a sus propios ciudadanos cuando están en el extranjero. No es necesario una detención, un juicio, o una convicción de un crimen capital. Simplemente asesinarlo.
Obviamente, si el gobierno de los EE.UU. puede asesinar a sus ciudadanos en el extranjero puede asesinarlos en el país, y lo ha, hecho. Por ejemplo, los 100 Davidianos asesinados en Waco, Tejas, por la administración Clinton por ninguna razón legítima. El gobierno solo decidió utilizar su poder sabiendo lo que podría conseguir, y lo hizo.
La Operación Northwoods
Los norteamericanos que piensan que “su” gobierno tiene cierto género de moral pura, harían bien en familiarizarse con la Operación Northwoods. La operación Northwoods era un complot elaborado por la Junta de Jefes Militares de EE.UU. para que la CIA cometa actos terroristas en ciudades norteamericanas y fabricar pruebas que culparan a (Fidel) Castro, de modo que los EE.UU. pudieran ganar el apoyo nacional e internacional para derrocar al régimen de Cuba. El plan secreto fue desestimado por el presidente John F. Kennedy y fue desclasificado por el Comité Examinador de los Expedientes del Asesinato de John F. Kennedy. Es accesible en línea a través del National Security Archive. En Internet hay numerosos relatos disponibles, incluyendo Wikipedia. El libro de James Bamford, Body of Secrets, también resume el complot:
La “operación Northwoods, que tenía la aprobación escrita del Presidente [Gen. Lemnitzer] y de cada uno de los miembros de la Junta de Jefes Militares, pide que gente inocente sea disparada en las calles del país; que barcos llevando a refugiados que huían de Cuba sean hundidos en altamar; que se lanzara una ola del terrorismo violento en Washington, D.C., Miami, y en otras partes. Abordarían a gente en aviones que serían secuestrados. Usando pruebas falsas, todos los actos serían achacados a Castro, dando así a Lemnitzer y su cábala la excusa, así como el respaldo público e internacional, necesario para lanzar su guerra”.
Antes del 9/11 los neoconservadores norteamericanos fueron explícitos de que las guerras de agresión que se prepusieron poner en marcha en el Oriente Medio, requerían “un nuevo Pearl Harbor”.
Del 9/11 al cerco misilistico contra Rusia
Por su propio bien y de todo el mundo, los norteamericanos necesitan prestar la atención al creciente cuerpo de expertos quienes les están diciéndoles que el relato del gobierno sobre el 9/11 falló en su investigación. El 9/11 puso en marcha el plan neoconservador para la hegemonía de los EE.UU. en el mundo. Cuando escribo esto, el gobierno de los EE.UU. está comprando el acuerdo de los gobiernos extranjeros que limitan con Rusia para que acepten las bases norteamericanas interceptoras de misiles. Los EE.UU. se preponen rodear a Rusia con las bases de misiles norteamericanos desde Polonia a través de Europa Central y de Kosovo a Georgia, hasta Azerbaijan y Asia Central. [Ver Impending Explosion: U.S. Intensifies Threats To Russia And Iran, por Rick Rozoff, Global Research, Febrero 19, 2010] El enviado de EE.UU., Richard Holbrooke, declaró el 20 de febrero que al-Qaida se está trasladando a los países que antes componían la Unión Soviética en Asia central, tales como Tayikistán, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán, y Kazajistán. Holbrooke está solicitando bases de los EE.UU. en estas ex repúblicas soviéticas bajo el modo de la nunca acabada “guerra antiterrorista”.
Los EE.UU. ha rodeado a Irán con bases militares. El gobierno de los EE.UU. se prepone neutralizar a China tomando control sobre el Oriente Medio y cortándole el acceso al petróleo.
Este plan asume que Rusia y China, estados dotados con armas nucleares, serán intimidadas por las defensas antimisiles de los EE.UU. y que accederán a la hegemonía de los EE.UU. y que China carecerá de petróleo para sus industrias y uso militar.
El gobierno de los EE.UU. vive en una ilusión. Los líderes militares y políticos rusos han respondido a la amenaza obvia declarando a la OTAN una amenaza directa para la seguridad de Rusia, y han anunciando un cambio en la doctrina rusa de la guerra al derecho de lanzar armas nucleares como medida preventiva. Los chinos se sienten demasiado confiados en ser intimidados por la decadente “superpotencia americana.”
Los imbéciles en Washington están empujándonos a una guerra nuclear. La insana impulsión de la hegemonía norteamericana amenaza la vida en la tierra. El pueblo norteamericano, por aceptar las mentiras y los engaños de “su” gobierno, está facilitando este camino.
[Foto: Randy Vorob]
Hay que andar con cuidado Mr R, porque aca en gringolandia les llega la mala suerte a los que toman la iniciativa en contra del status quo; seguro que ya estamos en la lista de rebeldes, porque a mi me lo demostraron con casualidades; pero si tomas el agua con fluoride, la comida rapida, o cualquier soda o alimento con aspartame, te pondras mas preocupado por tu salud que por lo que ordene el club bilderberg.
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Me olvidaba decirte que te enlace en un comentario que hice en http://elproyectomatriz.wordpress.com/2010/03/11/claves-para-comprender-la-infamia-del-11-m/
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