La deuda nacional de los Estados Unidos – Parte II

En lenguaje coloquial se dice que cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana. Esto para establecer el parámetro doméstico y básico de cuan importante es el aspecto financiero y económico no solo en la familia pero en la sociedad en general y al cual todos estamos llamdos a comprender y aplicar sabiamente para un amejor superviviencia nuestra y la de los de nuestro entorno.

Hace unos mesew les presenté la primera parte de cómo la Casa Blanca se está quemando debido a la crisis económica que empezó el 2007 y de la cual aún los norteamericanos aún no han salido.

Y es que a pesar de los préstamos a los principales causantes de dicha crisis, el estado (norteamericano en este caso) ha estado en completo despliegue justo en esta época, como la fuente de seguridad para los que menos tienen. No hablamos de Bill Gates, Warren Buffet o los Walton, ni de los hermanos Koch, pues ellos difícilmente necesitan ninguna ayuda estatal.

Para entender el tema del déficit y los compromisos que la sociedad y los políticos necesitan enfrentar para bajar la deuda a almenos el 50 por ciento del PIB de los EE.UU., en los próximos años, es necesario establecer el tipo de sociedad que deseamos. Necesitamos una sociedad en la que la inovación , la creatividad y el trabajo duro sean el emblema de orgullo de esta nación pero sin olvidar a aquellos con necesidades extremas para que no pasen hambre y vivan en el desamparo. No podemos olvidarnos de ese 47 por ciento del que habla uno de los candidatos presidenciales.

La idea de que responsabilidad fiscal significa grandes recortes en el gasto en los rubros de Seguro Social y Medicare no son simplemente falsos. Pero eso tampoco quiere decir que no debamos todos contribuir para que el estado como tal no sucumba y ocurra lo que está sucediendo con otrora respetables economías, a decir: Irlanda del Norte, Grecia y España. La situación es muy simple, cada vez que existen reducción del gasto, este termina afectado al pueblo en el largo plazo. Eliminar ‘malos’ programas gubernamentales para balancear el presupuesto es simplemente una quimera.

Cuando dije que todos debemos contribuir estaba hablando de impuestos. Los EE.UU es uno de los países más ricos del mundo, pero donde se paga menos impuestos que otros países ricos e industrializados. Para el colmo otros evaden impuestos (transnacionales), los más ricos pagan menos que la clase media de manera proporcional, y existen los que no pagan nada al cobrar por servicios al contado (indocumentados).

Desafortunamente, puesto que algunos que leen este artículo pueden mal juzgarme, la única manera de cubrir ese trillón en el déficit actual, es elevar impuestos, reducir el gasto o una combinación de los dos. Solo que los que legislan tienen diferentes opiniones de cómo reducir ese gasto. O prefieren el sainete político antes que asumir el rol que el pueblo les asignó.

Tal como lo proponen los  Republicanos, el reducir beneficios sociales en los dos principales organismos arriba mencionados, buscan mantener los impuestos bajos. Pero esa redistribución solidaria se da desde los pobres hacia los ricos. Lo que buscamos es que se mantengan al menos los beneficios actuales, subir impuestos significa una redistribución desde los ricos hacia los pobres. Asumiendo eso sí, que dichos incrementos de impuestos sean progresivos.

Recuerde usted que la deuda externa y el déficit son solo números!  Una deuda nacional de 10 trillones le puede significar a cada norteamericano una deuda de $ 30.000.  Sin embargo eso no significa que alguien venga a cobrárselos.

Por qué el ciudadano debe preocuparse de su deuda nacional?

El gobierno es como una familia (peyorativamente hablando).  Los gobernnates deben operar bajo sus propios límites, tal cual una familia lo hace.  El gobierno como representante del estado debe traer más ingresos para cubrir sus gastos, si no lo hace, debe reducir los gsatos, es decir balancear su presupuesto.

Aunque el gobierno en realidad tiene otras opciones que una familia, el ejemplo sirve. La gestión gubernamental puede llegar subir impuestos e imprimir más dinero si quiere. Pero si imprime más billetes, podría generar inflación y ese no es el punto.

Pero estamos asumiendo que la administraciónun de un estado es como llevar una familia.  Las familias generalmente gastan más de lo que producen en un determinado año.  Y equilibran su presupuesto pidiendo dinero. Estas familias entran en ‘déficits’ para pagar la casa, un carro, la universidad, emergencias médicas y otras cosas. Nadie le puede prohibir a una familia que se endeude.

Incluso en el S&P 500 es cierto esto. Las compañías agrupadas en este grupo de Wall Street, tienen muchas mas deudas que equidad (dinero). Eso significa que  estas compañías piden ingentes sumas de dinero para  invertir en nuevos proyectos o simplemente para comprar de nuevo stock. Es la razón por la que se adquiera una deuda. Pero los EE.UU deben sostener a los más necesitados, ese ese un buen negocio?  El Departamento del Tesoro puede incrementar impuestos, imprimer dinero o fallar en su promesas sobre los bonos del Estado, para traer ingresos.

En otras palabras, el gobierno norteamericano siempre puede pagar su deuda pidiendo más dinero a través de su bonos.  El gobienro federal de los EE.UU. aún goza del mejor crédito en el mundo y por eso todos quieren comprar bonos de los Estado Unidos.

El tema es que nosotros como parte de esta generación podemos consumir todos nuestros ingresos, vivir felices ahora o podemos ahorrarlo fomentando el crecimiento económico que eventualmente beneficiará a nuestros nietos en el 2070. Así que importa más cómo el gobierno se gasta el dinero que cómo financia dicho gasto. Actualemnte como una forma de impulsar la economía se castiga el ahorro y se privilegia el gasto.

Eso explica porque las tasas de interés a corto y largo plazo apenas promedien en 1 por ciento anual!

El sostener el Seguro Siocial y el Medicare implica acumular carga sobre la espalda de futuras generaciones. Los jóvenes cediendo ingresos a los mayores. Pero los jóvenes dependen de lo que la sociedad capitalsita se conoce como productividad.

El estandar de vida de una sociedad depende del volúmen total de productos y servicios que puede producir por persona. Y el secreto para un mejor estilo de vida es la productividad. Si cada trabajador es capaz de producir más productos y servicios que lo que produjo el año anterior, entonces  habrá más de todo para todo el mundo. Y la producticidad en los EE.UU se ha cuadruplicado desde que existen datos atrás en 1947.  Esa producitivdad crece al nivel del 2.3 por ciento anual en promedio.  Eso sería suficente para pagarles a nuestros futuros retirados.

Después de todo esto queda un tautología. Ahora que el crecimiento económico es lento y los déficits son altos, la gente debate si es mejor incrementar el gasto y recortar impuestos para estimular la economía y a la vez incrementar el déficit; o, recortar el gasto, incrementar impuestos para reducir el déficit  a costa de limitar el crecimiento económico del país. Una adeuda creciente y un continuo pedido de dinero producen intereses más altos, disminuyen el crecimeinto económico y nos deja mal parados todos.

En la otra mano, cada vez que el crecimiento disminuye y los déficits crecen, necesitaremos recortar servicios del gobierno y realizar reducciones aunque modestas al Seguro Social y al Medicare.

La solución a este galimatías decidirá si el país como el cual no hay otro, con dos siglos de responsabilidad fiscal, siga la senda de Grecia actual.  Los EE.UU no es inmune a las crisis fiscales, No ocurrirá pronto pero nadie sabe cuando podría suceder si nuestros lídres no se desprenden del partidismo y piensan en la sociedad en general. Que los ricos paguen un poco más y no empujen leyes que beneficie a los adinerados únicamente.

Ultimadamente el propósito del gobernante de turno es mejorar la vida de sus habitantes, no establecer un balance en su presupesto. Con la crisis actual casi nadie ahorra. Y tampoco tiene sentido con tan bajas tasas.  Todo el dinero producido se utiliza en el consumo.  El promedio de ahorro en la década del 70 era de 9.6 en un hogar norteamericano y de ahí empezó a disminuir a partir de los 80 hasta alcanzar su punto más bajo cuando empezó la crisis en el 2007, a un nivel del 1,5 por ciento en cada hogar norteamericano.

En tiempos de ausencia de certeza económica todos quieren dólares norteamericanos. No euros, no yuan, no yenes! Si el dólar sigue con su domino global, podemos estar seguros. Pero si esa demanda disminuye, lo cual bien podría predecirse para los próximos 30 años.

La deuda actual representa un 70 por ciento del PIB y podría saltar a un 76 en el 2021.  Y este país puede soportar según datos del Fondo Monetario Intrenacional un shock que le lleve a un incremento del 50 por ciento de la deuda respecto de su PIB. Pero no toleraría un shock del 100%.

Es tiempo de movernos de la falsa idea de ser ricos solo en ‘papeles’, preocuoparnos menos del consumo y concentranos un poco más en el ahorro. Puede que los políticos en Washington no decidan apropiadamente y debamos utilizar nuestros ahorros, porque si es así, ni habrá Seguro Social, peor Medicare para cuando nuestros hijos sean ancianos.

Y en este noviembre usted puede influir en curso de la historia de los EE.UU.

Published by Milton Ramirez

Business lead transforming U. S. communities with entrepreneurship solutions and small business analysis and development.

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